Los esguinces de tobillo son lesiones muy comunes. Existe una buena posibilidad de que mientras jugaba de niño o pisando sobre una superficie despareja como adulto se hay esguinzado su tobillo, unas 25.000 personas lo hacen todos los días.
Algunas veces, es un momento incómodo cuando se pierde el equilibrio, pero el dolor se desvanece rápidamente y usted sigue su camino. Pero el esguince podría ser más grave; su tobillo podría inflamarse y podría doler mucho para poner su peso sobre él. Si es un esguince grave, podría haber sentido un «chasquido» cuando ocurrió la lesión.
Tiene más posibilidades de esguinzarse su tobillo cuando tiene sus dedos en el piso y los talones hacia arriba (flexión plantar). Esta posición pone presión sobre los ligamentos de su tobillo, haciéndolos vulnerables. Una fuerza repentina como ser pisar sobre una superficie despareja podría doblar su tobillo hacia adentro (inversión). Cuando esto ocurre, uno, dos o tres de sus ligamentos podrían lesionarse.
Puede ser difícil diferenciar un esguince de una fractura (hueso quebrado) sin una radiografía. Si no puede soportar el peso de su cuerpo después de este tipo de lesión, o si se inflama o se deforma mucho, debería buscar tratamiento médico de un profesional (médico o quiropráctico). Esto podría ser su médico o pediatra de cabecera, una sala de emergencias o un ortopédico, dependiendo de la gravedad de la lesión.