El hombro presenta unas características muy peculiares: tiene una movilidad superior a la de cualquier otra articulación del cuerpo y una amplitud de movimiento casi global en todos los planos y ejes del espacio. Es la articulación que se luxa con más frecuencia en la práctica deportiva y supone hasta un 45 por ciento de todas las luxaciones.
Qué le sucede al hombro al sufrir una luxación
El experto describe que una luxación de hombro es cuando la cabeza del húmero, que tiene forma de bola y encaja con la glena del omóplato, se sale completamente de su sitio (lo que coloquialmente se denomina “salirse el hombro”). Esto es lo que técnicamente llamamos luxación glenohumeral.
En el hombro hay otras luxaciones, también muy frecuentes, que afectan a la articulación acromioclavicular y que, en las últimas décadas, se han visto incrementadas por traumatismos directos en deportes como bicicleta, pádel y deportes de contacto.
¿Por qué requiere reposo?
“El reposo es fundamental porque permite la cicatrización de la distensión o rotura de la cápsula y ligamentos que siempre acompañan a una luxación de hombro. Por eso se recomienda un reposo de esta articulación de unas dos o tres semanas e iniciar la fisioterapia posteriormente”.